Nadie hablará de I.A. cuando estemos muertos
En su entrevista del pasado Octubre el papel de un futurista Stuart Candy, conocido por su propuesta de diseño de futuros experienciales, dice:
“El oficio de futurista se parece más al de un artista o escritor que al de un contable o un abogado. Es a la vez un arte o un oficio y una profesión. Hay tantos tipos de futuristas como formas de pensar sobre el futuro. La tradición con la que me identifico se distingue por ser radicalmente imaginativa, crítica, inclusiva y democrática.
Recuperar el sentido de palabras como futuro y futurista y librarlas del abuso, la sobrecarga y la colonización que han sufrido con una enorme cantidad de conceptos es parte del proyecto en cuestión".
Yo no me considero futurista y como el escéptico futurista me identifico con el papel de un artista o un escritor del futuro. Lo que no quiere decir que abogue por ejercer la imaginación sin razón ni fundamento. En el mismo artículo, Candy denuncia la falta de imaginación rigurosa y la necesidad de alfabetización de futuros.
“La prueba de que es necesaria es que a los que trabajamos con el futuro se nos piden predicciones, a pesar de que todo el mundo sabe que la mayoría de los pronósticos sobre el futuro resultan ser incorrectos”.
Sirva un ejemplo al tuntún sobre los coches autónomos. En 2015, un artículo de The Guardian predecía que en 2020 seríamos “conductores permanentes desde el asiento trasero del coche”, y en 2016 Business Insider decía que “habría 10 millones de automóviles autónomos en las carreteras en 2020”. Pero de momento el atasco de la Operación Retorno pinta parecido.
Utopías y Apocalipsmos
La época que vivimos es de extremos entre posiciones muy apocalípticas y grandes utopías, en las que convive la idea de un colapso climático inminente y una sociedad en la que seremos dominados por las maquinas, con grandes utopías azuzadas por el marketing de los intereses tecnológicos, y espoleadas por la ingenuidad de una sociedad de lectura superficial y rápida. En el presente inmediato hemos entrado de cabeza en el metaverso de los mundos virtuales; las finanzas descentralizadas; la educación online; los gemelos digitales o la robótica industrial. A la expectativa de nuevas respuestas a la actual crisis del modelo publicitario, y de la crisis de suministro de la mano de la IA, tal y como hoy la entendemos.
A la web 3.0 le faltan bastantes versiones betas
Entre las ideas recién llegadas, una utopía reciente es la de la reinvención de la Web 3.0 sobre la criptografía como la solución a una red descentralizada en la que todo es trazable, y cada uno es dueño de sus datos. La idea propuesta por Tim Berners en 2006, ahora se convierte en nuevo sistema económico que nos trae a todos de cabeza, aunque una voz tan fiable como la de Tim O´Really ya nos ha advertido de que es muy pronto para entusiasmarse con la web 3.0
“Para que la web 3.0 se convierta en un sistema financiero de propósito general necesita desarrollar interfaces solidad con el mundo real. Centrémonos en las partes de la visión de Web3 que no se tratan de riquezas fáciles, sino de resolver problemas difíciles de confianza, identidady finanzas descentralizadas. Y, sobre todo, centrémonos en la interfaz entre las criptomonedas y el mundo real en el que vive la gente”.
Una singular predicción que se aleja cada vez más
Otra predicción que ya lleva bastante tiempo es la de Raymond Kurzweil que en su libro de 2005 La singularidad esta cerca pronosticaba la superinteligencia alrededor del año 2045 -por cierto puede que un buen truco para pronosticar con alegría sea traspasar tu esperanza de vida, nótese que para esa fecha el autor tendrá 97 años.
Yo como ejemplo de contra-argumento de por qué la singularidad tecnológica es un singular disparate, recomiendo leer, Contra Apocalípticos de Zamora-Bonilla, que arremete desde la lógica contra sus supuestos de fondo.
Mas recientemente, y con mayor modestia, tal vez consecuencia de su edad (103 años), Lovelock pronostica que la próxima era de la humanidad, el Novaceno, dará comienzo el día en que nazca una forma de vida artificial que sea capaz de reproducirse y corregir sus propios errores evolutivos mediante selección natural.
En su cronología imaginaria en 2050 ya tendremos Inteligencia Artificial General. Aunque las maquinas de Lovelock están vivas, son una especie de ciborgs corpóreos, lo que le acerca bastante a otras voces que critican el paradigma de la IA computacional como un paradigma científico superado. Puede por ejemplo leerse sobre el tema en por qué el test de Turing le ha hecho tanto daño a la IA o Why general artificial intelligence will not be realized , en el que el filosofo Hubert Dreyfus discute la posibilidad de que ordenadores sin cuerpo, descendencia y cultura colectiva alcancen la inteligencia.
Si leo en un relato de ficción Inteligencia Artificial dejo automáticamente de leer.
¿Lo tomaríais por una week signal aunque no aparezca en la tan completa lista del FTI?
Hace tiempo que el término IA ha dejado de inspirarme. Es un término demasiado abusado, algo que suele ocurrirle a las ideas cuando se hacen demasiado populares y caen en las fauces del marketing y creo que necesitamos un nuevo paradigma que supere las ideas de mitad del siglo pasado.
Pero queda mucho siglo XXI y lo realmente significativo es que estamos avanzando y avanzaremos de un modo que no podemos imaginar en neurociencia y en genética. La biología es la tecnología más importante de este siglo, en eso parece haber acuerdo de momento: control genético, anti-envejecimiento, alimentación sintética son brillantes promesas. En cuanto a los avances neurológicos, como explica uno de los investigadores del proyecto Brain: el conocimiento del cerebro humano no solo nos ayudará a curar enfermedades, sino que estará a la base de un nuevo modelo de computación.
“Una de las razones por las que debemos pensar sobre la forma en la que construimos computadores e inspirarnos en la forma en la que funciona el cerebro, porque podríamos acabar usando el 20% de la energía global en computación. Mientras que el cerebro opera de un modo muy diferente. En otras palabras, la computación y la memoria están co-localizadas. Esto hace que las neuronas sean mucho más eficientes energéticamente que las computadoras estándar”.
En el futuro creo, como Jeff Hawkin, que la distinción entre IA y robótica desaparecerá, y que todo sistema inteligente deberá ser de alguna forma corpóreo, por lo que la convergencia entre neurología, biología y computación me parece que reclama una nueva semántica. Hasta aquí el relato que prefiero sobre el futuro.
Y ahí va mi contra pronostico: en 20 años nadie hablará de Inteligencia Artificial
What is futures studies and how it improve our world -Stuart Candy
Why its too early to get excciteed about web 3.0 Tom O´Reilly
El Test de Turing es una de las perores cosas que le ha pasado a la IA
Así serán los siguientes 1000 años de la humanidad
We need to rethink the way we build computers
Futures Today Institute 2021 Signals Inventory 2022 look ahead