FUTUROSCOPIA #2: Sesgos y Futuros
¿Te has preguntado alguna vez que sesgos tendrán los seres del futuro?
Decía el recientemente fallecido Nobel de economía Kahneman que las personas tienen una tendencia a crear planes y pronósticos que son “Irrealmente cercanos a los mejores escenarios. Al pronosticar los resultados de proyectos con riesgo, las personas tienden a tomar decisiones basadas en el optimismo delirante en lugar de en una ponderación racional de ganancias, pérdidas y probabilidades”.
Entre los más de doscientos sesgos que se han identificado hay algunos que son especialmente relevantes cuando hacemos predicciones. Por ejemplo, el sesgo del optimismo, o su reverso, el sesgo de pesimismo, el pro-innovation bias o el sesgo de la proyección por el que sobreestimamos en qué medida nuestro futuro se parecerá a nuestro pasado y el de aversión a la perdida: un sesgo que suele aplicarse en el terreno económico y se refiere a la fuerte tendencia de la gente a preferir evitar pérdidas monetarias antes que conseguir ganancias monetarias equivalentes podemos detectarlo en muchas de las decisiones que tomamos sobre el futuro en otros ámbitos.
Algunas ideas que surgieron en la conversación
Estamos cableados para sobrevivir. Los sesgos y atajos son solo un mecanismo de energía. Todos esos sesgos y heurísticos al final no es más que ese cableado mental que nos permite sobrevivir en el presente y por eso nos cuesta tanto ponernos en el futuro. Por eso nos cuesta tanto tomar ciertas decisiones: todo lo que tiene que ver con postponer un beneficio ….
Nuestro yo futuro nos cae mal no nos gusta pensar en él. Nuestro yo futuro es una persona que nos cae mal o a una persona a la que le damos la espalda. No nos gusta pensar en nuestro yo futuro. -Á. Gaviño

Principal. Informático
Master en IA por la Universidad Europea y Principal Manager del departamento de Economía de la Conducta de BBVA. Es miembro del Observatorio de Economía de la Conducta, y profesor adjunto en IE Business School y está reconocido como uno de los mayores expertos sobre el tema en España en estos momentos.Al final un sesgo no deja de ser más que un error sistemático. Así que podemos centramos en la sistematicidad del error, porque eso es lo bonito y lo que luego nos deja actuar sobre esos errores. Imaginad que yo estoy jugando con unos amigos en un bar, a los dardos. Lanzo un montón de dardos, y mi resultado es una nube de dardos, y nunca le doy al centro…Entonces ahí entramos en el concepto de arquitectura de decisión y nadie que ya está introducida por otro premio Nobel, Richard Tayler, que, por cierto, va a venir a España dentro de poco. -Á. Gaviño
Y ahora que sabemos que esto existe, ¿Qué hacemos con ellos? Ahí entra la arquitectura de decisión y cómo podemos aprovechar el contexto donde tomamos decisiones o el diseño del contexto. No olvidemos que las organizaciones somos diseñadoras de contexto donde nuestros clientes o prospectos tienen que tomar decisiones. Las personas somos contexto para las personas. -Á. Gaviño
¿Será el sesgo de confirmación el sesgo fundamental?
Sobra comentar lo perniciosamente que prensa y redes sociales explotan el sesgo de confirmación.
Hay un paper reciente del año pasado que, bueno, tiene un título largo etcétera, pero que básicamente dice “One Bias to Rule Them All” como diciendo que estamos todavía en una en una fase muy preliminar del entendimiento de todos estos sesgos como todo lo que tiene que ver con nuestra mente.. lo que vemos es una parte superficial que probablemente eso es tenga dentro, raíces más profundas, entonces parece, efectivamente, que el sesgo de confirmación, ese sesgo, de fijarnos más sistemáticamente en lo que refuerza lo que ya pensamos, etcétera, podría ser uno de los pocos fundamentales sesgos que realmente tenemos -F.J.Jariego
Más luz desde la psicología social:
Cesar Astudillo explica que hay 3 constructos que pueden tener cierto carácter predictor sobre tu comportamiento que se diferencian su variabilidad: la personalidad, el estado mental, muy volátil, y en medio hay una cosa que se llama la actitud que puede durar años, pero que puede cambiar y una de sus características es que tiene una dimensión cognitiva. No es fácil cambiar actitudes, pero se cambian y sobre todo, se cambian en grupo:
Lo que es muy interesante de la actitud es que es la que es transmisible en grupo a través del modelado, porque imitas a las personas a las que admiras o a las que respetas, a través de la superposición de estímulos con determinadas emociones…No es fácil cambiar actitudes, pero se cambian … y sobre todo, se cambian en grupo, y eso está muy relacionado con todo esto de las cámaras de eco y las burbujas de filtro y los fenómenos de polarización. -C. Astudillo
Economía de la conducta en contexto empresa
En Pensar rápido, pensar despacio Kahneman habla de dos sistemas de pensamiento. El primero (intuitivo y rápido) nos permite, por ejemplo, conducir un coche en una carretera vacía. El segundo, aparcar en un aparcamiento estrecho. La teoría de Kahneman argumenta que el sistema de pensamiento lento y reflexivo es el mejor para tratar con problemas complejos y cambiantes. F.G Quismondo lanza la provocación de si podemos aplicar el B.E. para diseñar los incentivos de las organizaciones del futuro:
Todos estos sesgos surgen principalmente de ese sistema 1 tan heurístico que nos lleva a aplicar esos errores sistemáticos cuando tomamos decisiones y al final hay que intentar empujar para activar un poco el sistema 2 y diseñar estrategias que nos permitan tomar unas decisiones un poquito más racionales .. (en contexto empresarial) libros como el Predictably Irrational de Ariely o el Skin in the Game de Tales ..nos enseñan que los incentivos tradicionales que están basados en recompensas al final son contraproducentes y generan sesgos -F.G Quismondo
El futuro de la economía de la conducta y nuestro futuro como humanos «irracionales»
Me parece que va siendo hora de que extendamos el discurso sobre los sesgos y la IA más allá de decir que los modelos sufren de los sesgos en los datos. ¿Veremos pronto IAs capaces de reconocer los sesgos de su interlocutor, nuestros propios sesgos?
Deberíamos preguntarnos eso y otras muchas cosas. Ahí van algunas:
En un escenario de 100 años. Estamos hablando de las I.As como herramientas analíticas. Pero yo veo un mundo que se empieza a conectar a gentes ellas. Entre ellos. Casi veo a la I.A como receptores. Y me interesaría un montón ya en este mundo futurista, tu visión sobre aplicación de teoría del comportamiento, no sobre personas, sino sobre algoritmos, ¿no? Si estos «empujoncitos» vamos a tener que empezar a diseñarlos, no para receptores humanos -A. Terol
Ya no vamos a interactuar con nuestros clientes de las compañías, sino con los bots de nuestros clientes. Y claro, esto nos lleva a un todavía más porque queremos influenciar a esos bots de nuestros clientes de la misma manera en la que ahora queremos influencia a nuestros clientes -F. G Quismondo
Solemos estar muy metidos en los escenarios maximalistas, donde la inteligencia lo hace todo, una gran inteligencia que se convierte en inteligencia general y absorbe todo, etcétera, etcétera. Bien podría ocurrir también que eso sea así. Pero hay un escenario muy bonito, efectivamente, que es este de las personas empoderadas con agentes centauros. No me cuesta mucho imaginar efectivamente que en vez de ser yo mismo expuesto a terrores de la burocracia, a los terrores de esas empresas de bancos que me dan servicios y demás, porque me me lo ponen muy difícil y tal pues mis bots se lanzan contra los bots de esas empresas y tal y entre ellos, mucho más fácilmente que nosotros, que acabamos con nuestros sesgos, peleándonos, etcétera, etcétera, pues ellos encuentran la forma … ¿Qué hacen falta aquí 1 .500 bots en vez de el máximo de los 150 humanos de Dunbar con los que nos podemos relacionar, pues perfecto. -P. Jariego
Nuestros sesgos son el resultado de millones de años de evolución (F.J.Jariego). Y tampoco nos ha ido tan mal (C. Astudillo).
¿Te has preguntado alguna vez que sesgos tendrán los humanos de dentro de 400 años?
Estamos deseando escucharte.